Mucho más sobre Albert Lladó

Mucho más sobre Albert Lladó

Describe tu Máster Class en 5 palabras
Un intento, desde el juego y la palabra, de habitar la incertidumbre a través de las posibilidades de la escena y el pensamiento.
Una cosa que amas del teatro
Que nos conecta con lo que tiene de ritual ancestral. En un mundo de pantallas y virtualidad, el teatro sigue poniendo el cuerpo como ningún otro arte.
Una cosa que amas menos del teatro
Cuando el teatro intenta, simplemente, imitar otras artes, como la televisión o el cine. Desde la butaca se comprende pronto el simulacro.
¿Crees que, realmente, la vida post-covid 19 cambiará?
Es difícil adivinarlo. Lo que está claro es que no podemos comportarnos como espectadores pasivos. Todos nosotros seremos testigos y cómplices de la resignación o, en el mejor de los casos, de la re-significación que supondrá la pandemia en nuestra forma de vivir juntos.

Recomiéndanos algo que te haya cambiado en profundidad (libro, película, obra de arte, lugar…)
Los libros de Albert Camus. Últimamente, he releído Estado de sitio, y muestra a la perfección muchas de las cosas que estamos viviendo actualmente.
¿Qué libro hay que leerse antes de ir a tu Máster Class?
Cualquiera de los libros de Eusebio Calonge, dramaturgo de La Zaranda.
Manías o rutinas que tienes cuando escribes o creas
Apagar el móvil. Y poca cosa más.


¿Cuáles son tus referentes teatrales?
Creo que Paco Zarzoso es uno de los dramaturgos más interesantes del panorama español. No tan reconocido como merecería.
¿Cuál crees que es el valor de la pausa en las artes escénicas y en el mundo contemporáneo?
Esa idea de ritual compartido, en el que todo pasa en directo, pese a que sea una repetición perpetua. Pasado, presente y futuro se unen en el teatro para contarnos que la vida siempre vuelve al origen, y que, paradójicamente, siempre es una excepcionalidad.
¿Qué lugar ocupa o debería ocupar la filosofía en la dramaturgia?
Nacen y beben de la misma fuente. Tal vez la filosofía hace la pregunta más inesperada, y el teatro la encarna. Pero son, juntas, un calidoscopio de la palabra como asombro y deseo.